¿Qué criterios hay que valorar para elegir un buen sofá?

Para comprar un sofá, y hacerlo bien, es imprescindible tener en cuenta algunos aspectos básicos. ¿Qué medidas debería tener? ¿es más importante la comodidad o el diseño? ¿qué tipo de tejido es mejor? No te dejes llevar por las primeras impresiones, un sofá es un artículo de larga duración que debes elegir con inteligencia y pensando a medio plazo. Para que aciertes en la compra de tu próximo sofá, a continuación enumeramos los aspectos más importantes que deberías valorar.

El tamaño sí importa

En primer lugar, debes medir el espacio donde irá colocado el sofá y plasmarlo en un croquis junto con la distribución de los muebles existentes. A la hora de hacerlo, no olvides tener en cuenta también los zócalos. Además, para averiguar qué distribución es mejor, plantea en el suelo la composición que te gusta para el espacio. Ten en cuenta que las medidas indicadas en las Fichas Técnicas de nuestros sofás son aproximadas y siempre son medidas máximas teniendo en cuenta voladas de cojines. El tamaño y los otros elementos del salón, son esenciales para escoger un sofá de mayor o menor tamaño y de un tipo u otro (chaise longue, 3+2…).

¿Quién lo utilizará?

No es lo mismo comprar un sofá para una oficina que para una familia con tres hijos y un gato. La utilidad que le daremos a nuestro sofá será determinante a la hora de elegir un sofá fijo, modular o deslizante, entre otros. Mientras que para unos la durabilidad y el fácil mantenimiento del tapizado serán factores clave, para otros el aspecto impecable del sofá es lo prioritario. Comprueba si tu elección se ajusta a tus necesidades reales.

A mayor ergonomía, más confort

Es esencial probar y comprobar si el sofá es cómodo y confortable. Asegúrate de que las caderas no quedan más hundidas que las rodillas, que al apoyar la espalda en el respaldo también apoyas los pies en el suelo fácilmente así como que la zona lumbar quede protegida en esta posición, sin que el cuerpo se te deslice. Por otra parte, revisa que el reposabrazos quede a la altura del codo y no más abajo. En cuanto a comodidad, el respaldo suele ser más blando que el asiento. Aun así hasta que no transcurran tres o cuatro meses, las espumas utilizadas no tendrán una sentada definitiva.

La calidad es sinónimo de durabilidad

Los aspectos básicos para comprobar la calidad de un sofá son: su estructura o armazón, que debe ser de madera maciza o metálica, el sistema de cinchas o de muelles, que debe ser capaz de soportar el peso sin problema alguno, y comprobar si el tapizado como el relleno son transpirables. Ten en cuenta que, cuando las patas forman parte de la propia estructura del sofá, la seguridad es mayor ya que aunque lo limpiemos por debajo o lo movamos es más complicado que se aflojen.

El tapizado, una decisión clave

Ahora es el momento de decantarnos por un tapizado u otro para nuestro sofá. El color, el tipo de material (piel o tejido) así como el grado de mantenimiento y limpieza que le podemos dar a nuestro sofá serán los criterios que determinen su aspecto. Además, también es el momento de comprobar si queremos un sofá con más funcionalidades como los que están adaptados para convertirse en sofás cama. Si lo que necesitas es un sofá a prueba de manchas no te pierdas este artículo, en el que explicamos las características de los tejidos anti-manchas y de fácil limpieza. Para acertar con el color, lleva en tu móvil varias fotos del espacio dónde ubicarás tu sofá para no dejar lugar a dudas.

 

Comprar el sofá de tus sueños es posible. Pero recuerda, ¡la calidad no es negociable! Un buen sofá resistirá mejor el paso del tiempo, manteniendo su forma y aspecto durante años. En Moradillo, somos especialistas en sofás de diseño de altísima calidad, déjate asesorar por nuestro equipo experto en sofás y elige el modelo perfecto para ti y tu familia.