El sofá es uno de los elementos de la casa que más inquietudes suele dar en términos de limpieza debido a su constante uso, y es normal que conforme pasa el tiempo se manche o coja olores, especialmente cuando es de tela.
Para preservar la tela de su sofá y disfrutarlo en todo momento, es necesario un mantenimiento regular y adaptado. Seguir los métodos de mantenimiento recomendados, te permitirá eliminar la suciedad superficial y las manchas que se puedan producir accidentalmente. El polvo y la suciedad debida al roce de la ropa, manos, manchas varias… son los factores que deslucen las telas y empeoran su aspecto estético. La clave es comenzar con su mantenimiento antes de que la suciedad sea demasiado importante.
Pese a lo que puedas imaginar, su limpieza no tiene por qué ser una tarea compleja. Solo tienes que tener en cuenta cómo es tu sofá, qué tipo de tapicería de tela tiene y cómo de manchado está.
Cómo limpiar tu sofá paso a paso
Como hemos destacado, el mantenimiento del sofá es una tarea que debes realizar de manera regular ya que, aunque parezca que no está sucio, el polvo hace que se vea deslucido. De esta forma conseguirás mantenerlo más tiempo y se verá en todo momento como el primer día.
La clave es la eliminación del polvo y restos que se depositan en la tela de forma habitual y así evitar que se incruste en el tejido con el uso del sofá. Lo recomendable es pasar la aspiradora a menudo con algún cepillo suave o accesorio especial para tapicería para no rasgar la superficie de la tela. Para llevar a cabo una limpieza totalmente en profundidad, retira los cojines y asientos y aspira cada uno por separado. Te recomendamos aspirar también la parte de debajo de tu sofá. Si sueles usar n cepillo antipelusas para retirar polvo o pelos de mascotas puntualmente evita los que sean adhesivos ya que pueden transferir parte del pegamento al tejido y provocar mayor atracción de suciedad .
En cuanto a la limpieza de las manchas, antes de cualquier manipulación, por favor, consulta previamente las características de tu tapizado y sus condiciones de limpieza. Algunos tejidos han recibido tratamientos de protección específicos en el momento de su fabricación para evitar que las manchas penetren y/o facilitar su limpieza. Se recomienda de manera general antes de limpiar una zona en concreto, hacer una prueba en una parte oculta o poco visible de la tela.
En caso de mancha accidental y puntual, intenta retirarla lo antes posible para evitar que la mancha se incruste en el tejido, antes de utilizar cualquier producto específico de limpieza de tejidos. Si es líquida, con ayuda de un paño o esponja y, si es seca, pasando un cepillo suavemente y la aspiradora en el lugar de la mancha. No utilice productos de limpieza amoniacales, disolventes ni abrasivos o limpiar sin tener en cuenta las normas de limpieza especiales para cada tapicería.
Una vez hecho esto, y dependiendo de las instrucciones de limpieza de la tela de tu sofá, puedes quitar las fundas y lavarlas siguiendo las instrucciones que aparecen en la etiqueta.
Una vez limpio, deja que se seque al aire pero evita que le dé la luz del sol para que no se decolore. En el caso de que las fundas no se puedan quitar, comprueba con qué tipo de tela está confeccionado el sofá y antes de limpiarlo asegúrate de que no se decolore.
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